Fundación Educacional Colegio "San Francisco de Chiloé"

En la ciudad de Castro en la Isla Grande de Chiloé hacia el año 1992, se escribe un hito histórico para nuestra congregación mediante la fundación de un nuevo lugar de evangelización y apostolado en la educación Cristina de los niños y jóvenes de Castro.

Como en toda obra de Dios siempre hay un impulsor que es el Espíritu Santo, El cual se manifiesta en la persona del Rvdo. Padre Carlos Contreras Franciscano, quien invita a las Hermanas Franciscanas Misioneras de la Inmaculada en la persona de Hna. Cecilia González Armijos Superiora Regional para iniciar la nueva comunidad y Colegio (San Francisco de Asís) en la ciudad de Castro, Provincia Chiloé- Chile. Se realizan las gestiones para la respectiva autorización ante Madre General Lucía Antonia Arteaga y su Consejo. Con la anuencia de Monseñor Juan Luis Ysern de Arce Obispo de la Diócesis de Ancud.

El 6 de febrero de 1992, llegan a la ciudad de Castro las Hnas. que formaran la Fraternidad y colegio, acompañadas de la Hna. Rosa de Viterbo Ramírez, Vicaria General, en representación del Gobierno General y Hna. Cecilia Gonzales Armijos como Delegada Regional, dando así el inicio de esta Fundación.

En marzo de 1992, se inaugura el año escolar con la presencia de Las autoridades religiosas, civiles y educativas en el local que funcionaria el Colegio San Francisco de Asís (antiguo Hogar de ancianos) lugar dado en comodato por los Hnos. Franciscanos.

 En 1999, siendo Superiora Regional Hna. Bernardina Calderón Gómez y Hna. Lucia Granda Ríos superiora de la fraternidad adquieren un terreno en Gamboa alto donde actualmente funciona el Colegio brindando una Enseñanza: Pre-Básica, Básica y Media.  A un lado de la residencia de las Hermanas.

Con la Gracia de Dios, la protección de la Santísima Virgen María Inmaculada y compañía de nuestra madre fundadora María Francisca de las Llagas y nuestro patrón San Francisco de Asís, hacemos presente nuestro carisma Reparador en la formación de estas tiernas plantitas como lo decía nuestra Madre Fundadora.