Misiones

  • §1. Elegidas por el amor misericordioso del Señor para ser miembros del Cuerpo Místico de Cristo por el Bautismo y llamadas a vivir más y más para Cristo y su Iglesia, nos urge particularmente realizar la voluntad de Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad[1].
  • §2. En tal virtud, el Instituto asume la obra de la evangelización misionera como deber fundamental del pueblo de Dios y responsabilidad de todo discípulo de Cristo, teniendo presente la voluntad de Dios, de que todos se conviertan a Él, conociéndole por la predicación de la Iglesia y la incorporación a ella por el Bautismo. 
  • §3. Como miembros vivos de la Iglesia fundada por Cristo, las hermanas siéntanse siempre enviadas por Dios a las gentes para ser “sacramento universal de salvación» obedientes al mandamiento de su Divino Fundador: «Id pues, y haced discípulos a todas las gentes»[2], y acojan la obra de la evangelización como deber fundamental del Pueblo de Dios y responsabilidad de todo discípulo de Cristo.

VIDEO

GALERÍA