CONCEPTO

OBJETIVO

Etapa en la que la Hermana Juniora continúa, profundiza y completa su formación inicial durante seis años, expresada en tres fases: Sistemático, de un año en una fraternidad apropiada, designada por los Superiores Mayores; Asistemático, de cinco años en las diversas Fraternidades, donde la obediencia le asigne; y, de seis meses de preparación para emitir sus Votos Perpetuos, en una Fraternidad determinada para este fin; le acompaña en su proceso formativo una hermana designada por los Superiores Mayores.

La Hermana Juniora, en esta etapa, afianza el amor a Dios y al hermano en su opción vocacional como consagrada, con la espiritualidad franciscana y el carisma de Adoración, Reparación y Servicio, legado por nuestra Madre Fundadora, María Francisca de las Llagas Cornejo Pazmiño; adquiere la madurez en todos los aspectos; se capacita en su autenticidad de vida, preparándose a nivel espiritual y académico, para responder a los nuevos desafíos de la Iglesia, el Instituto y la sociedad actual; se ejercita en la vida fraterna y apostolados, aceptando con fe y corresponsabilidad las obediencias designadas por sus superiores como voluntad de Dios; desarrolla las virtudes humanas, cristianas y religiosas con creatividad, sencillez y humildad, para ser signo creíble en el mundo; se esfuerza por ser contemplativa en la acción.

Lograr que las Hermanas Junioras, por su consagración a Cristo Pobre y Crucificado, sean capaces de vivir una intensa y profunda experiencia de Dios, en comunión con las hermanas de la fraternidad, con sentido de pertenencia al Carisma y espiritualidad del Instituto, respondiendo a los desafíos, urgencias eclesiales y apostólicas del mundo de hoy, según los signos de los tiempos, durante todo el proceso de formación temporal y preparación a los Votos Perpetuos.

" El único fin: ser verdaderas esposas de Jesús"