Espíritu de oración y adoración
§1. Congregadas en el nombre del Señor y consagradas total y exclusivamente a Él, por la profesión de los consejos evangélicos, las hermanas han de lograr el espíritu de oración y unión perfecta con el Señor, como quienes dan culto y adoran al Padre en espíritu y en verdad.
§2. Cual discípulas de San Francisco de Asís que, «en todo lugar y a toda hora, deben percibir, verdadera y humildemente por la fe la presencia del Señor, y amar, honrar, servir, alabar, bendecir y glorificar al Altísimo y Sumo Dios, Eterno Padre, Hijo y Espíritu Santo».